El pasado domingo 7 de julio nos tocaba el reto de subir al Mulhacén, que sería el sexto pico del reto de los 8 picos de Andalucía, con una elevación de 3.479 m. sobre el nivel del mar.

Es el pico más alto de la península ibérica y el segundo de España tras el pico del Teide en Tenerife, con 3.718 m.

El Mulhacén forma parte del parque nacional de Sierra Nevada. Está enclavado en nuestra querida provincia de Granada, en el sur peninsular de España. Pertenece a Sierra Nevada, en la cordillera Penibética.

Su nombre viene de Muley Hacén, castellanización del nombre de Mulay Hasán, penúltimo rey nazarí de Granada en el siglo xv, del que se dice que fue enterrado en esta montaña.

Estábamos citados a las 6:45 en el ayuntamiento de Padul, para trasladarnos en vehículos propios hasta Capileira. Una vez en Capileira tomamos una lanzadera que reservamos con tiempo para todas las personas que íbamos a la ruta. Bueno, todas no, ya que nuestro expedicionario por excelencia, decidió hacer su ruta más larga y no tomar la lanzadera. ¿A que sabes de quién hablo? Sí, de nuestro admirado Biuti.

La lanzadera partía del municipio de Capileira, junto al punto de información del Parque Nacional, en pleno corazón de la Alpujarra Granadina y llega hasta la zona conocida como Alto del Chorrillo, pasando por la Hoya del Portillo y el mirador de Puerto Molina. Si necesitáis más información sobre este servicio, aquí os dejamos su web (Sierra Nevada: Servicio de interpretación de Altas Cumbres (miteco.gob.es)).

El bus ascendía despacio entre un mar de pinos. La estrechez del camino junto con el trazado zigzagueante y la cercanía del barranco, hacían contener el aliento a más de uno y de una.

Tras una hora de recorrido en el bus, admirando los pinares, llegamos al final del recorrido en bus. Al salir del bus y a pesar de estar en verano, el aire fuerte se hizo presente y tuvimos que abrigarnos con las sudaderas del reto de los 8 picos. Y así empezó la ascensión de la comitiva de La Silleta.

En este punto, se nos mostraban tres caminos. Un sendero a la izquierda que llevaba al Refugio de Poqueira, en el centro continuaba la pista que va a la Caldera y a la derecha nuestro sendero que nos llevaría en ascensión al Mulhacén.

Comenzamos la subida remontando la denominada Loma del Tanto. El sendero lo seguimos sin problema ya que está perfectamente marcado.

Tras esto, se iniciaba un repecho algo más duro que nos condujo hasta la cumbre del Mulhacén II, con su correspondiente vértice geodésico a 3.360 metros sobre el nivel del mar. Aquí paramos para hacernos el pertinente retrato y seguimos la marcha.

Desde aquí divisamos la cima del Mulhacén, que parecía próxima. Pero, como siempre en la montaña, las distancias no son tan cortas, por lo que aún nos quedaba un trecho por subir. Aprovechamos para abrigarnos un poco, que las nubes hicieron acto de presencia, también paramos a respirar y a mirar las cabras que se asomaron a nuestro paso.

Desde la Loma del Mulhacén, ya muy cerca de la cumbre, por nuestra izquierda teníamos vistas a la denominada Caldera con su laguna y al fondo el pico del Veleta, detrás del Cerro de los Machos.

Desde aquí, continuamos por un sendero sin apenas desnivel para encarar el último repecho antes de coronar el Mulhacén y culminar así nuestro reto del día, la cumbre más alta de la Península Ibérica con 3.479 metros sobre el nivel del mar, ahí es nada.

Y como somos más cabras que las montesas, nos subimos arriba del vértice geodésico a inmortalizar el momento. Así quedó.

¡RETO CONSEGUIDO!

Las vistas desde el Mulhacén eran y son impresionantes. La cuerda de los tres miles con el Veleta en primer término, las sierras de Huétor y Arana, la hoya de Guadix, aunque las nubes no dejaban ver todas las vistas. pero aún así eran espectaculares.

Y como nuestra secretaria ha de dejar constancia de todos los hechos importantes acaecidos en nuestro club, dejó su rúbrica en el libro de visitas. Ahí también la acompañaron otros integrantes del club.

Y para que conste …

Después de gritar, abrazarnos, descansar y reponer fuerzas con un buen bocadillo nos dispusimos a realizar la vuelta. Esta vez la vuelta no sería por el mismo camino, sino pasando por el bello paraje de Siete Lagunas, para después volver al Alto del Chorrillo y tomar la lanzadera de vuelta a Capileira.

Procedimos al descenso por el mismo sendero de subida, girándonos a la izquierda para proceder a bajar por la Cuerda del Resuello que nos dejó ver a nuestra izquierda la loma de Culo de Perro. Presenta una curiosa forma de perro y por su culo sale el correspondiente río, de ahí el nombre de Culo de Perro. Curioso nombre cuanto menos.

Las nubes ya nos cubrieron y apenas se aprecian las vistas. El tramo era delicado, rocoso y con piedras sueltas, por lo que algún traspiés se dio.

Seguimos descendiendo hasta llegar a la bifurcación donde repusimos hidratación y nos encaminamos a bajar a Siete Lagunas y a las Chorreras Negras. Las vistas son espectaculares desde arriba, pero una vez que estuvimos abajo, el paisaje nos envolvió con su magia y majestuosidad. Las sensaciones de paz que este lugar nos daba eran indescriptibles. Esas sensaciones son las que nos motivan a realizar estas rutas. Mirad las imágenes, porque no mienten.

Debajo de esta cornisa nos encontramos las Chorreras Negras, con una caída de agua impresionante que contrastaba con el paisaje arisco del sendero por el que veníamos anteriormente.

Volvimos sobre nuestros pasos para encontrarnos con el sendero que seguiríamos para buscar ya el camino de vuelta al Alto del Chorrillo. Nos cruzamos en nuestro camino con algún que otro nevero que aún aguantaba los rigores del verano.

Continuamos el sendero bajo el nevero y ascendimos esta loma, para ya dejarnos caer ladera abajo hasta encontrarnos el Alto del Chorrillo.

Antes de llegar al Alto del Chorrillo algunos integrantes se dirigieron a la derecha para buscar los vestigios de la guerra civil que allí se encuentran y que a pesar de los años siguen impresionando y dejando un pellizco en el pecho.

En la plaza reza la siguiente inscripción: «Lugar rehabilitado en recuerdo a la memoria de todos los que por aquí pasaron escribiendo una página en la historia de Sierra Nevada». Lugar convertido hoy en refugio.

Dejando atrás este paraje, continuamos el camino divisando ya el lugar donde nos esperará el bus lanzadera para llevarnos de vuelta a Capileira, no sin antes comernos un nuevo y sabroso bocadillo bien merecido, ¿o no?

¡RETO CONSEGUIDO!

Si queréis ver más fotos, podéis verlas en nuestro perfil de Facebook.

Os esperamos en el siguiente reto de los 9 picos de Andalucía, que será la subida al Bonales, en Huelva, el próximo 26 de octubre. Aunque antes de esa fecha tendremos otras rutas con sus respectivos retos.

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